Ella está ayudando a su marido en el taller, pero sobretodo tiene unas ganas de ser follada. Ella incita a su marido, golpeandole el culete, no antes de arrodillarse. Su marido la empala con su polla, ella abre la boca. Los obreros noquieren perderse ni un segundo. Conocen muy bien a la mujer del dueño, es una zorra. Ellos se presentan allÃ, con sus pollas rectas, y ella saltándoles encima. Ella mama y masturba. Luego se acuesta en un banco. Con el coño completamente rasurado,se deja empalar mietras está mamando. Ella está mamando, los obreros acariciando sus tetas, le penetran con los dedos el coño,el ano y masturban su clito. Su marido se confunde con el grupo.Sin importar el orificio, boca, agujerito del culo o el coño, la tÃa se excita, cono solo penetrándola. Los tÃos se corren a grandes corros de esperma, en la cara, en el culo, sobre las tetas mientras que ella les limpia las pollas.
Samuel es el jardinero preferido de la baronesa. El es un poco inocente y se contenta muy bien con su trabajo. Pero la chica de su dueña es una verdadera putilla y le gustarÃa probar los encantos del jardinero y nunca falla una oportunidad para excitarlo. Mientras esta cortando los arboles, ella llega y empieza un strip-tease caliente. En pelotas, descubre su coño rubio ante la mirada del negro. Su vulva chorrea sin parar... El jardinero está como hipnotizado por el lÃquido brillante, se acerca a ella y le atrapa sus enormes senos. Ella saca un pequeño grito de sorpresa cuando las manos acarician sus pezones. El negro se lanza en el coño devorándolo con su lengua. Lamida, penetrada, ella no para de mojar. Pero el jardinero está a punto de colmar la hija de su dueña. La tira encima de una tumbona y le ataca directamente el culo, remodelándole el agujerito a la medida de su polla. Es un polvo mágico para nuestra pequeña cachonda que jamás tuvo un juguete tan grande entre sus nalgas. Gritando de todo su ser, se corre como una loca. Incapaz de retenerse, el negro se corre en el fondo de su culo, salpicándola con su leche que sale de su ano maltratado.
Natacha es una estudiante rusa en Madrid y quiere disfrutar de su estancia en la capital para ver sus Ãdolos. Justamente, participando a un sorteo en una revista Tele, gano un dÃa con su cantante rap preferido. Es un negro guapo muy reputado, estilo chico malo un poco golfo. Nuestra rubia quiere hacerle honor y se viste como una putilla, muy corto y muy vulgar. A la primera mirada, nuestra estrella esta conquistada. Le hace una vuelta rápida de su mansión pero es sobretodo la última pieza, su habitación, que quiere hacerle visitar. Natacha, estresada a tope, bebió antes de la cita. Y ahorra está completamente borracha, riéndose de todo y casi no puede quedarse de pies. El cantante comprende que no llegarán jamás en la cama. La pilla en el sofá del salón y le quita la poca ropa que llevaba. Por reflejo, ella se lanza encima de su polla y la traga hasta el fondo de la garganta como una golosa voraz. Pero el, está loco por su coño blanquito. Le mete sin más su enorme polla jugosa. Follada, sodomizada, nuestra turista madrileña está colmada. El rapero termina el polvo cubriendo sus hermosos ojos azules y su pelo rubio con una ducha de esperma bien caliente. Espectacular...
Emilie, una muñeca de piel azucarada acaba de terminar sus ejercicio de natación en la piscina municipal. Pero nuestra tÃa ingenua se deja abusar por un negro que la hace creer que ha sido rescatada del ahogo. Pidiéndole una recompensa, ella no se niega en recompensarlo en natura. Llevándolo a su casa, felizmente sus padres estaban de compras. El tÃo excitado como un loco, está gozando de este caramelito de chica, de su culito que se menea con aire falso de muñeca. Levantándole como un saco y poniéndola en el sofá. Quitándole la falda, descubre un terreno aún virgen. Ella se pliega menando como una gatita en celo, ofreciendo una vista panorámica de su rinconcito aún virgen. Le aparta las nalgas rosadas con su polla, y a cada golpe, ella saca un pequeño grito, estremeciéndose de excitación. Finalmente, el tÃo agarra sus muslos llevándolos hace a el para penetrarla con sus 28 cm. hasta al fondo de sus entrañas. Estremecida de placer, una pequeña lagrima de placer cae lentamente por la excitación, Emilie, aprieta su culo para sentir mejor la polla que le recorre el paradero de su vagina. El tÃo le lame el coño mimándole en el mismo tiempo el ano. La chica se pone más caliente aún, y se empala en la polla bien recta, gritando de placer y cerrando en sus pequeños puños y los tobillos del tÃo. Ella acaba en una corrida abierta, tragando sus esperma hasta al fondo de su garganta. Espectacular.
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